Aunque no se
hablen, se piensan
Aunque no se
busquen, se extrañan
Aunque no se
lo digan, se aman
Así son los
amores y los amantes
Rehúyen de
sus sentimientos
Orgullosos
como cualquier felino
Tímidos como
todo tipo de duende
Impredecibles
como una tormenta
Delicados
como un diente de león
Pero no hay
que subestimarlos
También
pueden ser peligrosos
Quizá tanto
como un dragón
O como las
sirenas enfadadas
Peligrosos
como finas navajas
En las manos
equivocadas
Son
prisioneros de su propio dolor
Y son también
ellos mismos
Sus más crueles
y despiadados
Jueces,
carceleros, y verdugos
Están
irremediablemente perdidos
Son rosas
rojas frescas en invierno
O tristes
aves azules enjauladas
Son guitarras
mudas, empolvadas
O quizá pétalos
disecados en libros
Son solo brújulas
descompuestas
Son estrellas
fugaces perdidas
Aunque a
veces se que preferirían
Solo poder sonreír
y hundirse juntos
Pero a pesar de
todo, esos amantes
Sin importar
que tan alto o lejos vuelen
Siempre serán
simplemente humanos
Humanos que
se equivocan al decidir
Débiles
humanos que aman demasiado
Humanos que
son demasiado humanos.
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