jueves, 22 de marzo de 2012

Congestión literaria

Mi mente se ha abarrotado demasiadas ideas, pensamientos, historias e incluso he llegado a un punto donde los sentimientos tienen cabida en mi mente. Esta en un punto de lleno total. Mi disco duro esta apunto de colapsar.
Porque? Letras.
Últimamente son me han dado demasiado en que pensar. Libros con historias de mi pasado y presente que me hacen pensar en mi futuro, tema sobre el cual no me gusta reflexionar. Me agrada que las cosas pasen a su tiempo y momento . Quiza ese sea uno de mis problemas. No lo se. Y prefiero seguir sin saberlo.
Y he aqui el porque no he podido escribir nada decente en semanas: cada que empiezo a dejar un rastro de ideas y tinta sobre el papel, mi mente insiste en sacar absolutamente todo lo que esta en ella y quedan los peores colages literarios jamas vistos. En resumen: los debrayes no me dejan concentrarme.
Hace mucho que no escribo en mis novelas. Y creo que esta cascada de ideas que no me dejan hacer una entrada decente, pueden desahogares allí.
Así que queridos lectores: quiza me ausente un tiempo.
Perdón.
Mientras, persigan a la mariposa nocturna.

martes, 6 de marzo de 2012

Ya basta!

YA! Deja de fingir que no me escuchas!... Y deja de escuchar al mundo en vez de a mi. Que importa que hablen o no de ti, de lo que eres o de lo que fuiste, que susurren cosas a tus espaldas o descaradamente frente a ti, no seas como ellos, gente que tiene que buscar otra vida la cual vivir porque la suya es simplemente demasiado aburrida . Tienes que dejar de escucharlos a ellos y empezar a escucharte a ti. Deja de ignorarte y veras que no es tan malo como piensas. Aunque si, dentro de tu cabeza hay demasiadas voces y quiza te sientas perseguida o regañada pero todas están allí por una razón: Por ti. Porque las necesitas. No importa si no eres igual de dulce y empalagosa que un pastelillo de chocolate, sino más bien amarga como un pie helado de limón. No importa que no seas suave y sensible como un conejo, sino más bien algo orgullosa como un gato enojado. No importa que no seas superficial como una pestaña postiza sino más bien complicada como una lagrima. No importa que no seas escandalosa como la bocina de un auto en el trafico, sino más bien bastante silenciosa como una bombilla encendida. Así que deja de conflictuarte, deja que se te llene de susurros la mente y comienza a escucharme.