Una
ironía que suele ser recurrente en mi vida es que veo lo que tengo enfrente cuando
está en proceso de partir. Os juro que no miento al afirmar que nunca había
sentido esto por nadie más. Nunca había podido hablar a altas horas de la noche
como lo hago con vos, no solo por nuestro peculiar horario de charla, sino
también por la forma de hablar, por el hecho de que sigues mi curioso
vocabulario y más que nada, por el contenido. Yo sé que no a cualquiera se le
puede contar lo que me habéis dicho en esas charlas y de verdad me alegra mucho
que, aunque sea tarde, os pude conocer porque es más difícil de lo que vos creéis,
en esta época, conocer a otro verdadero poeta. También he de confesar que vos
me habéis atribuido un titulo que nadie nunca antes había usado al dirigirse a
mí y que dudo alguien vuelva a usar y me halaga en demasía que vos me veáis con
esos ojos, sabes que el sentimiento es mutuo. Me alegra que hayamos podido
compartir ideas, sentimientos, romanticismo, gustos, recuerdos, penas, lagrimas
y que aun me debas ese café salpicado de tinta, así al menos estaré segura de
que volverás.
No recuerdo
si ya os dije esto pero así como vos tenéis vuestros cuatro pilares, yo tengo
mis piezas clave en mi tablero de ajedrez, y vos sos una de ellas. Os prometo
intentaré no llorar vuestra partida, pero no prometo nada, aunque he de decir
que no me aflige tanto como debería porque sé que vos estarás en el lugar donde
debes estar y que serás feliz allí. Y eso es más que consuelo suficiente para
mi alma. Solo una cosa más debo pediros: si alguna vez algo os aflige, os preocupa,
os quita el sueño o arranca amargas lágrimas de vuestros dulces ojos, prométeme
no dudaras en acudir a mí si yo puedo hacer algo por vos. Y aunque se que te vas sin irte, prométemelo porfavor.
Finalmente
he de decir que a diferencia de lo que se pudiera pensar al leer esto sin saber
la historia detrás, esta no es una carta común y corriente a alguien que ha
robado mi corazón. No al menos de la manera convencional. No, esto es más
complicado: no vale la pena negar que yo estoy enamorada, pero no de una
persona. Es altamente probable que sea el caso en el que me haya enamorado de una amistad. Pero de lo que estoy segura es que estoy enamorada de tus letras y melodías.
V*
No hay comentarios:
Publicar un comentario