lunes, 5 de noviembre de 2012
Querer
Quiero quererte y tu
a mí, pero es demasiado tarde. El vino se llevo tus recuerdos y el tabaco mis
suspiros. Quieres quererme y yo a ti, pero tú eres sol y yo lluvia. Queremos
querernos pero nuestro silencio asfixia al amor. Queremos querernos pero la
realidad se interpone. No hay mucho que hacer. Seremos un secreto a voces,
aquel que las sirenas susurren en los sueños de los amantes, aquel que el viento confie a los arboles cuando sople y aquel que los lobos
cuenten a la luna en cada aullido. Lo sé, pero no lo quiero creer. Me lo han
dicho tus sonrisas todos los días y tus miradas todas las noches. Y aun así me
niego a aceptarlo. Me lo ha dicho tu corazón en cada latido y tus manos en cada
caricia. Y mi razón aun no lo asimila. Te lo he dicho en cada silencio y
gritado a la distancia. Y tú también lo niegas. Te lo han dicho mis lágrimas y
afirmado mi soledad. Y no haces nada por arreglarlo. Ya no se que mas hacer. Ya
no sé si seguir o mantener mi cordura. No sé si recordar o llorar. Ella. El.
Tu. Yo. Sé que tú piensas en ella y sabes que yo pienso en el. Pero eso es algo
que solo se dice en susurros. Vamos caminando juntos por el mismo infierno,
solo que cada uno pelea con sus propios demonios. Y todo lo anterior
concentrado en una picara mirada en el confín mas lejano, me lo dices sin
palabras y lo entiendo sin conocerlo. Así es como funcionan las ventanas del
alma. Ah, y cuando me beses amor, por favor, no olvides cerrar los ojos.
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