Pero es que después de lo que paso no puedo creer que
hayamos terminado así. Hay veces que te pienso sin quererlo y este es uno de
esos momentos. Me regaño a mi misma cuando lo noto pero es demasiado tarde, ya
hay una sonrisa en mi rostro que no logro quitar a tiempo para no sonrojarme.
Me rio de mi y de mi recurrente costumbre de imaginar cosas que no pasaran y
entonces decido levantar la vista del espejo de agua que hay debajo de mis
pies. Este largo y angosto pasillo quizá sea mi lugar favorito de este enorme
lugar. Gotas de lluvia caen en mis pestañas y parpadeo para enfocar bien. No,
no estoy alucinando. Vienes directo hacia mí con tus audífonos puestos, con tu
caminar indistinto y tu atuendo llamativo. Me congelo por un instante pero sé
que esto no tiene salida. No hay nadie que pueda presenciar este momento y en
parte me alegro por ello. Vuelvo a dirigir mi mirada al suelo y me concentro en
las ondas que mis pisadas provocan. Cada paso más cerca. Cada instante más
dudas. Suspiro y me preparo para lo que sea que vaya a pasar. Mantienes la
cabeza baja hasta estar hombro a hombro conmigo. Noto que no tengo mis
audífonos puestos y me lo recrimino. Tomas mi mano y te aferras a ella, en ese
momento siento como si el tiempo se detuviera. Aprieto tu mano también y nos volteamos a ver.
Tus ojos cafés y tu sonrisa se apagan cuando ven mis lágrimas. Yo suelto tu
mano y tú sueltas la mía de mala gana. Mi intento por sofocar un sollozo no
funciona como esperaba y echo a andar rápidamente para alejarme lo más pronto
posible de algo que quiero tanto y a la vez me hace tanto daño. Tu. Te quedas allí de pie viendo como me
alejo sollozando en la lluvia sin poder hacer nada, preguntándote que me
pudiste hacer como para que con solo verte me pusiera así. Mi amor, lo único
que hiciste fue quererme demasiado.
1 comentario:
Crusheado contigo.....
Publicar un comentario